A lo largo de la vida pasamos por muchos momentos en relación con la creatividad. Cuando somos niños tenemos una gran capacidad para ser creativos e imaginar, pero esto se va degenerando con la edad.
En clase vimos un vídeo de Elsa Punset que dejo a continuación, sobre cómo aprender a ser tan creativo como un niño.
Como cita en el vídeo, Walt Disney estableció un sistema de tres pasos a la hora de ser creativos. Primero somos soñadores, soñamos con algo y lo imaginamos sin limitaciones, después somos realistas, y le damos forma a ese sueño, y por último somos críticos, y le sacamos pegas.
Todos alguna vez nos hemos enfrentado a un folio en blanco para escribir o dibujar, o ante un instrumento para improvisar, una canción para bailar… El primer impulso, suele ser no pararse ni a pensar qué estamos buscando hacer, y normalmente salen cosas bastante alocadas que nuestra capacidad de raciocinio descarta totalmente. Con esto, se pierden muchas oportunidades de pulir lo que hemos hecho, pero manteniendo su esencia, y obtener resultados fascinantes.
Elsa Punset nombra un experimento que realizó Kent Robinson sobre las utilidades de un clip. Investigando sobre esto, descubrí una TED Talk de Ken Robinson en la que trata la creatividad en las escuelas.
La creatividad sería el proceso de tener ideas nuevas y originales que tengan valor. Relacionado con este concepto, estaría el pensamiento divergente, que sería la habilidad de ver muchas posibles respuestas a una misma pregunta.
Ken Robinson realizó el experimento sobre los usos que podría tener un clip. Fue un estudio longitudinal realizado a 1500 personas. Primero se pasó la prueba a niños de guardería, y el 98% fueron considerados genios en pensamiento divergente. Después se le volvió a pasar a los mismos niños cuando tenían edades entre 8 y 10 años, y solo la mitad seguían siendo genio. Por último, lo volvió a pasar cuando tenían 13 y 15 años, y había disminuido aún más. Este estudio concluyó que la creatividad disminuía según incrementaba la edad.
En clase de expresión plástica, nos plantearon algo similar al experimento del clip, pero con la siguiente imagen. Primero teníamos que dibujar la hoja en un folio, y después escribir los distintos usos que le podríamos dar. Este es el dibujo que realicé y mi reflexión sobre los usos que le podría dar.
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Fuente: Imagen del autor |
Fuente: Imagen del autor
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Todos tenemos una gran capacidad creativa, y se puede observar cuando somos niños, pero cuando nos vamos haciendo mayores se reduce porque no la trabajamos. En las escuelas se ciñen mucho a la respuesta única, y a la que se llega por un solo camino, cuando seguramente haya otras alternativas. De aquí nace el temor a equivocarse. Los niños no tienen miedo a equivocarse por naturaleza, sino que es algo que se adquiere con el paso del tiempo, y es una pena ya que los errores son lo que nos hacen aprender en muchas ocasiones. Creo que se debe fomentar una educación práctica, donde el ensayo y error motive a los alumnos a conseguir sus metas. Con el miedo al fracaso no se trabaja la experimentación, y esto reduce la creatividad.
Las materias más creativas, como plástica, música, baile… están muy desprestigiadas. La sociedad es muy diversa, y cada uno destacamos en distintos aspectos, pero muchos de ellos no los explotamos. Muchas personas, siendo su sueño, han dejado de hacer este tipo de actividades que les gustaban porque les dicen que nunca podrían trabajar de eso, o que es mejor hacer una carrera universitaria, que ser músico no te da de comer… La gente creativa no se valora, y de este modo, vivimos en una sociedad donde la gran mayoría son copias unos de otros.
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